La saga Tomb Raider es una de las franquicias más influyentes en el género de aventuras y acción, y la remasterización de sus títulos clásicos ha permitido que tanto veteranos como nuevos jugadores redescubran los orígenes de Lara Croft. Tras el éxito de Tomb Raider I-III Remastered, los Fans esperaban que Tomb Raider IV-VI Remastered ofreciera una experiencia similar, rescatando las últimas entregas de la era Core Design y mejorando aspectos técnicos y visuales sin alterar la esencia de los originales.
Este segundo pack de remasterizaciones supone un desafío mayor. Mientras los tres primeros juegos compartían una estructura y mecánicas similares, las tres entregas que componen esta segunda trilogía son considerablemente más diversas en su diseño y ejecución. Tomb Raider IV: The Last Revelation apostó por una narrativa más cinematográfica y una exploración interconectada, Tomb Raider Chronicles sirvió como una colección de misiones con estilos variados, y Angel of Darkness intentó revolucionar la saga con mecánicas más complejas que, debido a su apresurado desarrollo, terminaron lastrando la experiencia.
El remaster no solo busca modernizar estos juegos con mejoras gráficas y ajustes en la jugabilidad, sino que también representa una oportunidad para corregir algunos de los errores que marcaron negativamente a Angel of Darkness en su lanzamiento original. Con la incorporación de mecánicas restauradas, ajustes en los controles y una mayor estabilidad en general, esta nueva versión ofrece la oportunidad de experimentar la trilogía de una manera más fluida y accesible. Sin embargo, no todos los cambios son uniformes, y el resultado final varía dependiendo de la entrega.
Comparación con los Tomb Raider originales
Tomb Raider IV: The Last Revelation (1999)
Lanzado en plena madurez de la saga, The Last Revelation fue un título que apostó por una ambientación más cohesionada y una historia con mayor carga narrativa. Lara explora Egipto en busca del Amuleto de Horus, enfrentándose a su antiguo mentor, Werner Von Croy. A diferencia de sus predecesores, los niveles estaban interconectados en lugar de ser misiones aisladas, lo que añadía una sensación de continuidad y obligaba al jugador a recordar accesos entre zonas.
Las mecánicas de exploración y resolución de puzles se volvieron más complejas, con un mayor énfasis en el uso de objetos y combinaciones. Sin embargo, el juego presentaba una curva de dificultad considerablemente más pronunciada, algo que en su momento fue motivo de quejas entre algunos jugadores. A pesar de ello, The Last Revelation es considerado por muchos como una de las mejores entregas de la era clásica.
En su lanzamiento original, el motor gráfico ya mostraba signos de envejecimiento, aunque el diseño artístico compensaba sus limitaciones técnicas. Con el remaster, los efectos de iluminación han sido mejorados y las texturas refinadas, permitiendo una experiencia visual más limpia sin perder la identidad original.
Tomb Raider V: Chronicles (2000)
Después del impactante final de The Last Revelation, Chronicles tomó un rumbo diferente, presentando una serie de historias sobre la vida de Lara a través de flashbacks narrados por sus allegados. Cada uno de estos relatos introducía nuevas mecánicas y estilos de juego: desde el uso del gancho magnético hasta secciones más orientadas al sigilo.
Si bien fue una entrega con ideas interesantes, Chronicles no logró innovar significativamente y terminó sintiéndose como una expansión más que como un título completamente nuevo. Su desarrollo se vio afectado por las prisas de Eidos Interactive, que presionó a Core Design para lanzar el juego mientras trabajaban en Angel of Darkness.
A nivel técnico, Chronicles compartía muchas características con su predecesor, aunque presentaba escenarios más variados en términos de ambientación. En el remaster, las texturas han sido mejoradas y los modelos han recibido ajustes sutiles para aumentar la fidelidad visual sin comprometer el estilo clásico. Además, se ha añadido una nueva función en el modo cámara: el Creador de Flyby, que permite a los jugadores generar secuencias de hasta 20 cámaras sobrevolando el escenario, ideal para la creación de videos cortos similares a las intros del juego.
Tomb Raider VI: The Angel of Darkness (2003)
Considerado el intento más ambicioso de Core Design, Angel of Darkness fue un título que aspiraba a transformar la saga con una historia más oscura y mecánicas renovadas. Situado en un París sombrío, el juego mostraba a una Lara fugitiva, acusada del asesinato de su antiguo mentor Von Croy, mientras desentrañaba los misterios de los Nephilim.
El gran problema de Angel of Darkness fue su accidentado desarrollo. Concebido originalmente como el inicio de una nueva trilogía, el juego sufrió constantes recortes debido a la presión de la distribuidora, lo que resultó en una versión incompleta y plagada de errores técnicos. Entre sus características más destacadas, introducía mecánicas RPG ligeras, sigilo y un sistema de progresión física donde Lara mejoraba sus habilidades al superar desafíos.
En esta remasterización, se han restaurado varias mecánicas eliminadas del lanzamiento original:
- Disparar desde el modo sigilo, algo que en su momento estaba planeado pero nunca llegó a implementarse.
- Cubrirse detrás de una pared y disparar desde ahí, mejorando el sistema de combate.
- Kurtis Trent ahora puede usar el Chirugai, su icónica arma circular, así como sus poderes telequinéticos para bloquear ataques.
Estos cambios no solo acercan el juego a la visión original de sus desarrolladores, sino que también mejoran su jugabilidad, haciéndolo más dinámico y menos frustrante que la versión de 2003.
A pesar de estas mejoras, Angel of Darkness sigue siendo el título más problemático de la trilogía. Aunque la resolución ha sido aumentada y algunos modelos han sido remasterizados, la iluminación y la calidad de ciertos personajes secundarios siguen sintiéndose inconsistentes, lo que hace que el juego luzca menos pulido en comparación con The Last Revelation y Chronicles.
Un nuevo enfoque para una trilogía dispareja
A diferencia del primer pack de remasters, donde los tres juegos compartían una base común, Tomb Raider IV-VI Remastered enfrenta el reto de ofrecer una experiencia cohesiva con títulos que, en su momento, marcaron etapas muy diferentes en la evolución de la saga. Mientras The Last Revelation se sentía como la culminación de la fórmula clásica y Chronicles funcionaba como un epílogo, Angel of Darkness representaba un salto arriesgado que nunca llegó a completarse.
Gracias a las mejoras implementadas, las dos primeras entregas del pack ofrecen una experiencia fiel y pulida, con ajustes visuales que mejoran la inmersión sin comprometer la estética original. En cambio, Angel of Darkness, aunque recibe ajustes bienvenidos, sigue reflejando los problemas de su desarrollo original, lo que podría generar opiniones divididas entre los jugadores.
El remaster logra rescatar lo mejor de cada juego, pero también evidencia las dificultades de modernizar títulos con filosofías de diseño tan distintas. Aun así, es innegable que la posibilidad de experimentar estas aventuras con una mejor jugabilidad y mayor estabilidad técnica ofrece una nueva forma de disfrutar la etapa final de Core Design en la saga Tomb Raider.
Un remaster con mejoras visuales desiguales
Las expectativas en torno a Tomb Raider IV-VI Remastered eran claras: mejorar la fidelidad gráfica de cada título sin comprometer la estética original. En Tomb Raider I-III Remastered, los cambios fueron bien recibidos en general, pero esta nueva trilogía presentaba un reto mayor debido a la evolución técnica que sufrió la saga entre 1999 y 2003. Mientras The Last Revelation y Chronicles parten de una base similar y han sido remasterizados con coherencia, Angel of Darkness destaca por sus inconsistencias y falta de pulido en algunos aspectos clave.
Mejoras gráficas en Tomb Raider IV y V
En The Last Revelation y Chronicles, los cambios visuales logran una modernización efectiva sin alterar la identidad de los juegos originales.
- Se han implementado nuevas técnicas de iluminación dinámica, haciendo que las sombras y reflejos se vean más naturales.
- Las texturas han sido mejoradas, eliminando la pixelación y suavizando superficies sin perder el detalle original.
- Los modelos de Lara y otros personajes han recibido sutiles mejoras en los rasgos faciales y animaciones, manteniendo la fidelidad a la estética de Core Design.
- Los efectos ambientales han sido optimizados, haciendo que elementos como el fuego, la niebla y los reflejos del agua sean más realistas.
Además, una de las novedades más interesantes en estos dos juegos es la inclusión del Creador de Flyby, una función dentro del modo cámara que permite establecer secuencias de hasta 20 cámaras para sobrevolar los escenarios. Esto es particularmente útil para la comunidad de creadores de contenido, ya que posibilita la captura de secuencias cinemáticas sin necesidad de herramientas externas.
El problema gráfico de Angel of Darkness
Mientras que Tomb Raider IV y V han recibido una remasterización coherente y fiel a la estética original, Angel of Darkness sigue siendo el título más problemático a nivel gráfico.
- Aunque se ha mejorado la resolución y el filtrado de texturas, muchos entornos siguen sintiéndose planos debido a la iluminación limitada.
- Algunos modelos de personajes han sido actualizados, pero otros permanecen sin cambios, generando una falta de cohesión en el apartado artístico.
- Las texturas en ciertos NPCs y objetos parecen no haber sido remasterizadas, lo que crea un contraste visual evidente entre elementos que han sido mejorados y otros que se mantienen casi idénticos a la versión de 2003.
- La falta de mejoras en la iluminación global afecta la ambientación del juego, haciendo que algunas zonas se vean más vacías de lo que deberían.
Uno de los principales problemas es la disparidad estilística entre personajes. Lara y Kurtis han recibido mejoras significativas en su modelado, pero muchos NPCs secundarios parecen sacados de una versión antigua sin ningún tipo de remasterización. Esta misma inconsistencia se notó en Tomb Raider I-III Remastered, pero en Angel of Darkness es aún más evidente debido a la diferencia tecnológica entre juegos.
Un ajuste en la jugabilidad que marca la diferencia
Si bien la jugabilidad clásica de Tomb Raider se basa en movimientos precisos y el sistema de tank controls, la evolución de la franquicia llevó a Angel of Darkness a experimentar con un nuevo esquema de control que, en su momento, resultó torpe e impreciso. Afortunadamente, en esta remasterización se han realizado ajustes que hacen que los controles sean más fluidos y responsivos.
Mejoras en el control de Lara
- En Tomb Raider IV y V, los controles tanque han sido ajustados para mejorar la fluidez, haciendo que los movimientos sean más naturales sin sacrificar la precisión de la jugabilidad original.
- Angel of Darkness ahora ofrece una jugabilidad mucho más refinada, con animaciones más suaves y una mejor respuesta a los comandos del jugador.
- Se ha optimizado el sistema de agarres y saltos, reduciendo la frustración que generaban ciertas mecánicas en la versión original de Angel of Darkness.
- Ahora es más sencillo interactuar con el entorno, eliminando algunos problemas de colisión que existían en la versión de 2003.
Uno de los cambios más significativos es la implementación de movimientos eliminados en el juego original. En esta nueva versión, Lara ahora puede disparar mientras está en sigilo y cubrirse detrás de una pared para atacar desde una posición protegida, algo que se había planificado en 2003 pero nunca llegó a implementarse completamente. Además, Kurtis Trent finalmente puede usar el Chirugai y sus habilidades telequinéticas para protegerse de los golpes, lo que hace que su breve jugabilidad en el juego se sienta más acorde con su personaje.
Errores de sonido y doblaje que persisten
El remaster ha mantenido los audios originales en todos los idiomas, lo que permite preservar la autenticidad de la experiencia. Sin embargo, esto también significa que ciertos problemas de sonido siguen presentes en Tomb Raider IV y V:
- El final de algunos audios se corta abruptamente, lo que afecta la inmersión en ciertas escenas.
- Los subtítulos en ocasiones no coinciden con lo que se dice en el doblaje, lo que puede generar confusión en algunas conversaciones.
- El error de doblaje al italiano en Tomb Raider IV solo afecta una cinemática del nivel «Carrera por el Iris», pero sigue sin corregirse.
A pesar de estos problemas, la banda sonora de cada juego sigue siendo uno de los puntos más destacados. La música compuesta por Peter Connelly en Tomb Raider IV-VI sigue sonando espectacular, con una remasterización que respeta los temas originales y mantiene la atmósfera envolvente de cada entrega.
Un paso adelante en estabilidad y rendimiento
Uno de los mayores problemas de los juegos originales, en especial de Angel of Darkness, era la inestabilidad y la cantidad de fallos que podían romper la experiencia. Esta nueva versión ha corregido muchos de esos problemas, ofreciendo un rendimiento más fluido y menos propenso a errores.
- Cargas más rápidas y mayor estabilidad: en Tomb Raider IV y V, los tiempos de carga prácticamente han desaparecido en comparación con las versiones de consola originales.
- Menos crasheos y errores en Angel of Darkness: el juego original era propenso a bloqueos y problemas con scripts, algo que ha sido notablemente corregido en esta remasterización.
- Mejor compatibilidad con controles modernos: ahora es posible jugar con mando sin necesidad de configuraciones adicionales, con un esquema más accesible para jugadores actuales.
Si bien el rendimiento ha mejorado en términos generales, algunos jugadores podrían notar que Angel of Darkness sigue teniendo ciertas rigideces heredadas de su desarrollo original. A pesar de los arreglos en la estabilidad, hay momentos en los que la respuesta del personaje podría haberse pulido aún más.
Un remaster técnico con claroscuros
A nivel técnico, Tomb Raider IV-VI Remastered es un producto que cumple en muchos aspectos, pero que deja ver las dificultades de modernizar juegos con enfoques tan distintos.
- The Last Revelation y Chronicles han recibido mejoras coherentes y respetuosas con el material original.
- Angel of Darkness, aunque presenta avances en estabilidad y jugabilidad, sigue teniendo inconsistencias gráficas y errores menores.
- Las mejoras en los controles hacen que la experiencia de juego sea más accesible y disfrutable sin sacrificar la identidad clásica de la saga.
Si bien el remaster ofrece una versión más estable y refinada de estos clásicos, las decisiones en el apartado gráfico y la falta de corrección en ciertos problemas de audio pueden dejar con dudas a algunos jugadores. Sin embargo, con futuras actualizaciones, es posible que muchos de estos detalles sean corregidos.

Elementos restaurados en Tomb Raider el ángel de la oscuridad
Desde su lanzamiento en 2003, Angel of Darkness ha sido un juego marcado por lo que pudo haber sido en lugar de lo que realmente fue. La presión para lanzarlo a tiempo llevó a que numerosos elementos quedaran inacabados o fueran eliminados, afectando tanto su jugabilidad como su narrativa. Con esta remasterización, algunos de esos aspectos han sido restaurados, aunque no todos los recortes han sido revertidos.
Uno de los cambios más notables es la reactivación del sistema de compra en París, una mecánica que en su versión original estaba presente, pero nunca llegó a implementarse de manera completa. Ahora, los jugadores pueden utilizar el dinero recolectado en diferentes ubicaciones para comprar munición, armas y medicinas, lo que agrega una capa adicional de gestión de recursos a la exploración.
Otro de los aspectos restaurados es la posibilidad de acceder a rutas alternativas en ciertos niveles, lo que permite diferentes formas de abordar los objetivos en función de las decisiones del jugador. Aunque estos cambios no transforman radicalmente el desarrollo de la historia, permiten una mayor libertad dentro de los escenarios y hacen que la experiencia se sienta más pulida y menos limitada.
Uno de los añadidos más esperados es la inclusión de las icónicas dobles pistolas de Lara, un arma que en el juego original solo aparecía en las cinemáticas y que solo podía ser obtenida mediante modificaciones externas. En esta remasterización, se han integrado en la jugabilidad de forma nativa, respetando su legado dentro de la franquicia.
En cuanto a Kurtis Trent, su breve tiempo jugable ha sido mejorado con la restauración de su arma legendaria, el Chirugai, así como de sus habilidades telequinéticas. Ahora, puede utilizar su poder para desviar ataques y golpear enemigos a distancia, algo que en la versión original estaba incompleto y carecía de utilidad real dentro del combate.
Comparación con Tomb Raider I-III Remastered
Al ser el segundo pack de juegos remasterizados, resulta inevitable compararlo con Tomb Raider I-III Remastered, que sentó las bases para la modernización de la era Core Design. Si bien ambos packs han seguido una filosofía similar, hay diferencias notables en la ejecución.
Uno de los puntos más importantes es que Tomb Raider IV-VI Remastered incluye todas las funciones añadidas en la primera trilogía remasterizada, como el modo foto, la opción de cambiar entre gráficos clásicos y modernos, y la posibilidad de usar diferentes trajes en cada aventura. Esto garantiza una experiencia uniforme entre ambos packs, permitiendo a los jugadores personalizar su partida de forma similar.
Sin embargo, una diferencia clave es la calidad de las mejoras visuales. Mientras que Tomb Raider I-III Remastered ofreció un estilo gráfico más homogéneo y mejor definido, en Tomb Raider IV-VI Remastered se nota una disparidad en la calidad de los modelados, especialmente en Angel of Darkness. Este problema no se presentaba en la primera trilogía, donde las tres entregas compartían una base gráfica similar y recibieron una remasterización consistente.
Otro punto de comparación es la estabilidad técnica. Si bien Tomb Raider IV y V funcionan sin grandes inconvenientes, Angel of Darkness sigue siendo el juego con más problemas de rendimiento dentro de esta colección.
En contraste, la primera trilogía remasterizada presentaba una mayor estabilidad en todas sus entregas, sin ninguna que se sintiera incompleta o fuera de lugar dentro del paquete.
En términos de contenido adicional, el primer pack de remasters ofrecía niveles extra que habían sido exclusivos de ciertas versiones del juego original, como Unfinished Business y The Golden Mask.
En este nuevo pack, se ha añadido únicamente «the times Exclusive» un nivel adicional de Tomb Raider IV.
Si bien ambos packs logran mejorar la experiencia de los juegos originales, Tomb Raider I-III Remastered sigue siendo una remasterización más consistente, mientras que Tomb Raider IV-VI Remastered ofrece un resultado más irregular debido a las diferencias en la calidad de sus mejoras.
Veredicto final: ¿Vale la pena Tomb Raider IV-VI remaster?
Tomb Raider IV-VI Remastered es un pack que permite revivir las últimas entregas de la era Core Design con mejoras en estabilidad, controles optimizados y un apartado gráfico más limpio. En particular, The Last Revelation y Chronicles se benefician de una actualización visual bien equilibrada, manteniendo su esencia original mientras se sienten más pulidos y accesibles que nunca.
Angel of Darkness, por otro lado, ha recibido mejoras importantes en la jugabilidad, con una experiencia mucho más fluida y refinada en comparación con su versión original. Se han restaurado mecánicas eliminadas, el combate es más dinámico y la estabilidad ha mejorado significativamente. Sin embargo, el apartado visual deja una sensación agridulce. Si bien el juego ha recibido mejoras en texturas y ciertos modelados clave, el contraste con The Last Revelation y Chronicles hace que, irónicamente, ahora parezca el juego con el aspecto más anticuado del pack. En su lanzamiento original, Angel of Darkness era el más avanzado gráficamente, pero en este remaster, al haberse optado principalmente por un reescalado de texturas y la mejora de algunos modelos principales, se siente como el que menos ha evolucionado visualmente.
Para los Fans de la saga, este remaster sigue siendo una oportunidad valiosa para redescubrir estos títulos con una presentación mejorada y una jugabilidad más sólida. La inclusión del Creador de Flyby en Tomb Raider IV y V es un añadido interesante para los creadores de contenido, y el hecho de que se hayan mantenido las características del primer pack de remasters garantiza una experiencia coherente con la colección anterior.
Por supuesto, aún hay margen para la mejora. Algunos errores de audio y subtítulos en Tomb Raider IV y V persisten, y aunque la jugabilidad en Angel of Darkness ha sido refinada, su presentación visual podría haber recibido un mayor trabajo para estar a la par con las otras dos entregas. Con futuras actualizaciones, es posible que se corrijan algunos de estos detalles, pero por ahora, el remaster ofrece una versión fiel y jugable de estos clásicos sin llegar a ser la restauración definitiva que algunos esperaban.
En conclusión, Tomb Raider IV-VI Remastered es un buen regreso a esta era de la saga. Para quienes disfrutaron de estos títulos en su momento, la mejora en controles, estabilidad y ciertos ajustes hacen que valga la pena revisitar la trilogía. Sin embargo, para quienes esperaban una reconstrucción más profunda, especialmente en Angel of Darkness, este remaster puede dejar una sensación de que pudo haber dado un paso más allá.
Este análisis se basa en una versión previa al lanzamiento, por lo que algunos aspectos podrían mejorar con futuras actualizaciones.
Para aquellos que deseen revivir la última etapa de la era Core Design, Tomb Raider IV-VI Remastered ya está disponible en:
Este pack permite disfrutar de las versiones mejoradas de The Last Revelation, Chronicles y Angel of Darkness con mejoras en jugabilidad, gráficos y estabilidad, asegurando una experiencia más fluida sin perder la esencia de los títulos originales.
Si eres un Fan de la saga o un jugador que quiere descubrir estas aventuras por primera vez, esta es una oportunidad ideal para sumergirte en la historia clásica de Lara Croft.
Y con esto nos despedimos… ¡Nos vemos saqueando tumbas!